Cuando pensamos en una mascota para que nos haga compañía y que nos haga sentir queridos y seguros de un amor incondicional, dudo mucho que pensemos en otro animal que no sea el perro.
 Es altamente gratificante tener un cachorro en casa, y si en la casa hay niños, mejor que mejor, ya que el perro puede llegar a ser el amigo ideal para la criatura humana.  Pero… y ahora viene el pero, no siempre el perro que elegimos es lo suficientemente tranquilo, nos damos cuenta que escogimos un cachorro hiperactivo, celoso, travieso y hasta trampozuelo, y las más de las veces, no se deja educar, o al menos eso es lo que nosotros creemos. Es en ese momento cuando de ser el lindo peluche que llevamos a casa, pasa a ser una especie de pequeño demonio que todo lo rompe, lo muerde, lo destroza, salta sobre las personas que vienen a la casa con el solo fin de jugar, ladra como condenado por cualquier mosca que pasa volando, es casi imposible sacarlo a pasear con su correa porque tironea como un buey, quiere zafarse o se empaca y se sienta en el suelo sin la menor intención de dar un paso; no consigues hacer que aguante sus necesidades hasta determianda hora o que se acostumbre a hacerlas en un solo sitio y tienes que andar recogiendo popos y secando orines de todos los rincones a cualquier hora…… en fin, todo esto junto en el peor de los casos, es una pesadilla. 
Puede que tu perro tenga solo algunas de estas "debilidades" que de todas maneras lo van alejando del  del ideal armónico que teníamos en mente cuando lo trajimos a casa.
Si te identificas con todas o con tan solo alguna de las situaciones que te comenté recién, creo que llegó la hora que tomes en serio el tema de adiestrar a tu perro. Solemos pensar en adiestradores profesionales, porque nos sentimos incapacitados de enseñarles nosotros mismos, y esto parte de la justificación de que “no logramos que el perro entienda lo que queremos”. ¿Y cómo se supone entonces que el perro entenderá a otra persona, por más profesional que sea? ¡Ahí está la cuestión! No es que el perro no entienda, es que uno no sabe enseñarle. Yo misma obtuve un pasaporte al desastre con mi cachorro (raza cualquier cosa menos pura raza), intenté de muchas maneras, pero la verdad me estaba fallando la técnica.
Ya medio sumida en un ataque de locura, pensando en el terrible error que había sido adoptar a ese precioso cachorro, me enteré de un curso que me enseñaría a mi como enseñarele a mi perro. Debo confesar que en un principio no estaba muy segura de si resultaría, pero bueno, probar un cuesta nada (el curso en si es muy económico)  pero al final…¡Fue maravilloso!  El animal comenzó a responder correctamente a medida que yo iba aprendiendo las pautas necesarias para generar su sentido de obediencia. Hoy, es un bello perro de compañía, tranquilo, se deja pasear, hace sus necesidades en los horarios y sitios correctos, nos e abalanza sobre las visitas, no ladra por cualquier cosa y se deja pasear casi sin  necesidad de correa: camina al paso a mi lado, sujeto o no... ¡Se deja abrazar!!! Puedo asegurar que ambos somos mucho más felices, tanto la calidad de vida del perro como la mía pegaron un gran subidón debido a la tranquilidad, a la ausencia del terrible stress que a ambos nos producía su falta de entrenamiento.
Si alguna persona que lee esto está interesada, les dejo aquí el link para acceder a la web de las personas que venden este curso, reitero, su costo no es para nada alto, y realmente vale mucho más de lo que cuesta. Pueden verlo en Adiestrando a mi Perro
Realmente es una muy buena iniciativa, lo recomiendo 100%.
¡Saludos!